EN LA DOLIENTE SOLEDAD DEL DOMINGO


Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos,
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.

LLueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.

GIOCONDA BELLI
(Managua, Nicaragua, 1978)

Comentarios

  1. Nadie podría haber dicho tan bellas pero tan tristes palabras como Gioconda Belli.

    Gracias por tu visita a mi blog... Aquí te tendrás leyendote y eres bienvenida al mío...

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  2. Muchas gracias Venus! yo voy tomando notas sobre los consejos orales!!

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  3. Cierra los ojos...
    Siente el hálito detras de tu oreja...
    La ligera brisa que expulsa mi boca acelera tu corazon...
    Sientes mis colmillos en tu garganta...
    Yo puedo darte todo el tiempo del mundo, para conseguir todo lo que deseas...
    Felices mordiscos.

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